15.5.12

15 Mayo


Hace 1 año, la ciudadanía, el pueblo, salió a la calle y tomó las plazas. Llenó las calles de gritos silenciosos, pancartas, paz y democracia. Llenó a sus iguales de esperanza, y a sus gobernantes de inquietud. Alzó la prima de riesgo ante el pánico de las barrigas bienquedas que se llenan con la leche de mamá-Estado.

Inició, junto a la Primavera Árabe y la Revolución Islandesa, el gran movimiento ciudadano contra la corrupción de un sistema que huele a polvo centenario. De un sistema que no cumple sus máximas, que nos condena a ser ovejas de un color o de otro. De un sistema que ha protegido demasiado y por demasiado tiempo a quien más protegido se hallaba, dejando indefenso a quien necesitó la ayuda de sus gobernantes.

Hace 1 año, las plazas cambiaron de nombre. Los tranquilos traseros de los políticos se movieron inquietos. Maldita sea, el pueblo quiere saber. Maldita sea, el pueblo quiere el poder que le corresponde. Maldita sea, el pueblo quiere gobernarse a sí mismo. Y lo peor es que podrían.

Hace 1 año, los jóvenes, esos a los que se les ha insultado incansablemente diciendo que son unos vagos, unos blandos, unos cabezas huecas; los jóvenes comenzaron la lucha por los derechos, bajo el lema de Sin Futuro, o Democracia Real Ya, o Movimiento 15-M.

Hace 1 año, los jóvenes, junto otros jóvenes de espíritu, invadieron los espacios públicos y se convirtieron en héroes para algunos, pesadillas para otros. Perroflautas. Izquierdosos. Revolucionarios. Hippies. Punkis. Vagos. Maleantes. Comunistas. Anarquistas. Así nos llamaron, y así nos llaman.

Hace 1 año, las ovejas se escaparon del redil, y se convirtieron en hombres y mujeres con ideas. Hace 1 año, el pueblo, cansado de ser gente, se convirtió en personas. Hace 1 año, la materia gris dejó de ser tan "gris" para empezar a colorearse de ideales, de esperanza, de ímpetu, de lucha, de ganas y de respeto.

Hace 1 año, las mentes se abrieron y empezaron a volar libres. Y desde hace 1 año, esas mentes abiertas y libres empezaron a luchar por la ciudadanía. No tan silenciosamente como a algunos les gustaría. No tan ordenadamente como a otros les gustaría. No de la manera que el sistema propone.

Porque llegados al límite de la legalidad, si no se consigue nada, la insurrección, la desobediencia civil, parece más que tentadora, parece más que una opción.

Feliz primer cumpleaños, 15-M.

Forgiven Princess